El proceso de instalación de tarima de exterior lo primero que implica es preparar la superficie de forma adecuada y con su pendiente correspondiente al sumidero (2-5%), donde hay que hacer la estructura de los rastreles nivelados sobre los que se va a colocar la tarima, para que la tarima una vez instalada no tenga pendiente, sino que esté nivelada.
Es importante que los rastreles tengan una altura adecuada para que el agua pueda fluir correctamente por debajo de la tarima hacia los desagües. También es relevante la dirección de colocación de los rastreles, que siempre tiene que ser perpendicular a la dirección de colocación de la tarima.
Una vez preparada la estructura con los rastreles, que pueden ser de pino cuperizado, madera tropical o metálicos, se fijan a la solera, bien con tacos de impacto en el caso de que no sea una cubierta donde haya una vivienda debajo y pueda filtrarse el agua, o con adhesivos y espuma de poliuretano si es una cubierta con vivienda en la parte inferior.
Después, se comienzan a instalar los tablones de tarima sobre los rastreles. Cada tablón se une al inmediatamente contiguo, y a través de las grapas de acero inoxidable que enganchan a los dos tablones, las fijamos a los rastreles mediante tornillos para que no se muevan y dejen los tablones fijos sobre los rastreles. En el caso de que sea tarima de madera natural, también se utiliza un adhesivo para pegar las testas y que queden más fijas y no se dañen. Así sucesivamente se van colocando los tablones unos seguidos de otros. Entre tablón y tablón hay que dejar una separación para permitir las contracciones y dilataciones de los materiales y también que el agua pueda drenar por dicha separación.
En el caso de que sea una tarima de madera natural, una vez terminada la instalación, hay que terminar protegiéndola con un aceite o lasur. En el caso de que sea una tarima tecnológica o composite, no hay que aplicar ninguna protección, ya que viene terminada de fábrica.
Existen otros sistemas de instalación más avanzados que no usan grapas ni tornillos de acero inoxidable, sino que utilizan clip, separadores y rastreles metálicos. El proceso de preparación del solado y de nivelación de los rastreles no varía, hasta la fijación de los tablones a los rastreles metálicos, que se hace a través de los clips.