Las tarimas de madera maciza son un tipo de suelos hechos completamente de madera 100% natural sólida única e irrepetible, que la convierte en el suelo de mayor calidad y que a diferencia de otro tipo de tarima que puede estar compuesto por diferentes capas de madera o materiales prensados sintéticos, consiste en tablones individuales sólidos y consistentes en su totalidad. Cada tablón está mecanizado en todo su perímetro mediante machihembrados, que hacen en la instalación que las tablas se ensamblen entre sí, quedando perfectamente herméticas y creando una unión perfecta.
Las dimensiones de la tarima de madera natural maciza son variables, ya que existen largos que van desde 0,5 m a 3 m y los anchos varían desde 70 mm hasta 140 mm, que son los más comunes, aunque se pueden encontrar anchos incluso hasta 180-200 mm, siendo estos menos comunes. El espesor de la tarima de madera natural maciza oscila entre 18 y 22 mm, siendo 18 mm la tarima que ya viene barnizada de fábrica y 22 mm la tarima de madera maciza tradicional para terminarla en obra con barniz, aceite, ceras o tintes.
Hay diferentes formatos de tarima maciza, pudiendo ser al hilo (donde las tablas se colocan en paralelo), en espiga, en cuadro de dama, en punta hungría, etc.
Existen muchas especies de madera que se utilizan para preparar la tarima natural maciza, pudiendo elegir entre diferentes grados de dureza y resistencia, pero las más comunes son roble, castaño, haya, pino, jatoba, elondo, iroko, nogal, teka, merbau, sucupira, doussie, eucalipto y arce.